jueves, 12 de julio de 2012

Mundos Diferentes... Un Mismo Sentimiento (Capitulo 2)

      Capítulo 2: El Primer Encuentro (Bell Y Ed)



Cuando lo vi echado en esa cama, no sabia que hacer, es que porque el mundo podía ser tan injusto, él amor de mi vida se estaba muriendo y yo no podía hacer nada para evitarlo. Cuando de pronto Edward se volteo, me miro y me dijo con una voz tan débil que me daba ganas de decirle que ya no hablara más.

- Bella, acércate por favor.

Me acerque a su lado y me arrodille junto a la cama, no podía evitar dejar de llorar por verlo así, pero es que lo amaba tanto que no podía pensar en un mundo donde él no estuviera conmigo.

- Edward, no me dejes te lo suplico, no me dejes sin ti, tu eres lo que yo más quiero y si tu no estas a mi lado yo no sabría que hacer.

- Mi amor, siempre estaré contigo, ya no estés triste, es más ¿te acuerdas cuando nos conocimos?

- Claro, mi vida como podría olvidarlo.

Flash-Back
- Por favor Bella, acompáñame enserio quiero comprarme ese vestido.

- No se tu sabes que a mis padres no les gusta que salga, especialmente a ese lugar donde según ellos hay gente que no es de mi clase, pero esta bien Alice, pero tu tienes que encargar de pedirle permiso a mis padres, tu sabes que a ellos no les gusta que yo salga sin mi nana.

- Lo se lo se, y de eso no te preocupes yo ya hable con ellos y les dije que nos iba a acompañar mi nana y aceptaron, además nunca sales si no es solo a la iglesia Bella, vamos enserio te va gustar ir a comprar vestidos.

- Esta bien Alice.

Cuando llegamos había tanta gente, nunca antes había estado en ese lugar sola, ya que Alice había mentido con lo referente a su nana.

- Espérame aquí Bella.

- ¿A dónde vas Alice?

- Voy a encontrarme con Jasper.

- Pero no me dejes sola no conozco a nadie, no te vallas.

- No te preocupes Bella, ya regreso.

- Pero...Ali.

Pero ya era tarde, mi linda y querida amiga me había mentido a que la acompañe para que se vea con su novio Jasper.
Bueno no tenia nada que hacer, así que me puse a ver los vestidos, cuando llegue y vi un collar precioso, lo único que puse hacer fue acercarme y cuando estaba a punto de agarrarlo otra mano se me adelanto y prácticamente me lo arrebato, eso me enojo tanto pero a la vez me indigno, es que quien se creía la persona esa para arrebatarme prácticamente de mis manos la joya que yo quería. Cuando decidí voltearme para encarar a esa persona, fue una gran sorpresa la que me di, era el hombre más hermoso que alguna vez  pude conocer, tenia unos ojos verdes que paresia un prado en primavera, unos labios perfectos, un cabello cobrizo desordenado pero a la vez tan hermoso, una piel tan blanca, aun más que la mía, cosa que ya era muy extraño, ya que yo me consideraba demasiado blanca, pero eso no le quitaba ni un poco de perfección a ese ser, cuando lo mire pude ver en sus mejillas un poco de rubor pero a la vez me miraba con mucha gracia, todo parecía perfecto hasta que hablo.

- Disculpe señorita, pero yo vi ese collar primero así que me lo quedare.

Yo aun seguía hipnotizada por sus ojos pero cuando dijo eso, inmediatamente me hizo regresar a la realidad, pero que se había creído como que él lo había visto primero, además yo era una dama, tenia que darme el collar, por lo menos como muestra de caballerosidad.

- Usted me disculpara Sr. Pero yo estaba apunto de agarrarlo cuando usted prácticamente me lo arrebato de la manos.

- Lamento informarle que eso es incorrecto yo ya lo había visto primero.

- Pero, como se atreve usted a decir que yo le estoy mintiendo, y además lo que usted esta diciendo es falso y yo me quedare con ese collar.

- Esta bien, usted se lo puede quedar, claro si tiene con que pagarlo.

- Por supuesto que tengo con que pagarlo, mi familia es una de las más ricas de esta ciudad, es que acaso usted no sabe eso.

- Usted disculpara mi ignorancia pero la verdad es que acabo de llegar y no conozco mucho a la gente adinerada y engreída de esta ciudad.

¿Qué? Que se ha creído este patán ¿me había llamado engreída?

-Mire, usted no me conoce y no sabe como soy a si que le suplique me devuelva el collar.

- Pero ya le dije, si tiene con que pagarlo se lo daré.

- Es usted…. Un engreído, pusilánime y para demostrarle que tengo el dinero y mucho más de lo que usted podría alguna vez tener lo pagare en este mismo instante.

-   Esta bien señorita, yo estaré acá viendo como lo paga.

Cuando fui a ver donde estaba el dinero, me acorde que no había traído nada, pero como se me ocurría salir de mi casa sin el dinero, es que lo que me daba más coraje no era haberlo olvidado, sino que ese joven tan engreído se quedaría con el collar que yo quería, es que enserio no era justo.

- Disculpe usted señorita, pero ¿ya lo pago?, es que no tengo tiempo que perder y ya me quiero ir con el collar.

- No, no lo he pagado, me olvide el dinero en mi casa.- me dio tanta rabia decirlo, se que no es correcto que una dama actué de esa manera pero me daba tanta rabia que el se quedar con MI collar.

- Pues entonces lo pagare yo.- dijo aquel joven con una sonrisa de oreja a oreja.

- Haga lo que usted desee.- Lo dije resignada ya que sabia que no podía hacer más, pero aun me preguntaba porque quería tanto el collar que yo quería.

-Discúlpeme usted que me entrometa, pero porque quiere tanto ese collar

- Pues la verdad, ¿quiere saber por qué?

- Si, ¿Por qué?

- Pues porque la vi a usted verlo desde lejos y espero no crea que yo no soy un caballero pero no encontré una mejor manera de conversar con usted que regalándole este collar.

¿Qué? Toda esta discusión fue por las puras, es decir, había discutido con él casi por media hora para que al final me diga que él lo quería comprar para al final regalármelo y conversar conmigo, esto parecía tan ilógico, pero a la vez me hacia sentir tan avergonzada.

- Discúlpeme usted por no habérselo dicho antes, para podernos ahorrar toda discusión.

- Si, pues en algo tiene razón. Quizás nos hubieras podido ahorrar toda esta discusión.

-   Si, enserio lo lamento.
-   No se preocupe no hay ningún problema, más bien le pide a usted me perdone por mi compartimiento tan engreído, la verdad yo nuca soy así, bueno solo cuando enserio quiero algo, entonces puedo ser un poco orgullosa, pero no soy ninguna engreída como usted piensa.

- No, no yo no pienso eso, solo lo dije porque yo también puedo ser un poco orgulloso y terco.

- Entonces, ¿todo esta olvidado?

- Como usted desee, pero antes quisiera presentarme, no quiero que piense que no soy un caballero.

- Yo no pienso eso.

- Pero no me gustaría que se quedara con un mal concepto de mi persona.

- Esta bien, como usted desee.

- Bueno me llamo, Edward Anthony Cullen, y usted?

- Me llamo Isabella Marie Swan.

- Es un gusto conocerla Srta. Bella.

- ¿Cómo sabe que me llaman Bella?

- No se necesita ser adivino para saber que usted es Bella y no solo por su nombre.

¿Qué me pasaba? ¿Por que el Sr. Cullen me ponía tan nerviosa? ¿Por qué mi corazón se acelero de esa manera cuando el extendió su mano para que yo le entreguera la mía y le diera un beso? ¿Por qué solo ese simple rose, me hizo sentir tantas emociones juntas? ¿Será que él Sr. Cullen me gusta?

Fin del Flash-Back

- Claro mi amor, por supuesto que me acuerdo.- le respondí entre llantos.- Como podría olvidarme de aquel día que prácticamente empezamos a discutir sin ni siquiera conocernos, fue una peculiar presentación, mi amor.

- Si Bella, lo sé, se que fui tonto por presentarme de esa manera.

- Pero gracias a eso te conocí y cambiaste mi vida para hacerla mejor.

No podía evitar dejar de llorar cuando decía estas palabras, es que mi amor por Edward era tan grande que ni siquiera todas mis lagrimas me podrían arrebatar el dolor que sentía al saber que ya no le quedaba mucho tiempo de vida.
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