martes, 22 de febrero de 2011

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE BREE (CAPITULO 15)

CONFESIONES


Prov. Alec:

- ¿Por qué crees eso?- me pregunto timidamente.

- Por como me miras… con el mismo amor y ternura con la te miro yo, Bree yo nunca antes había sentido todo esto, aunque no lo creas me siento como un completo idiota contándote todos mis sentimiento cuando al parecer tu simplemente no sientes lo mismo que yo… tienes razón y el que se debería ir de una vez debería ser yo, lamento haberte interrumpido, lamento sentir lo que siento, lamento que tu no sientas lo mismo, lamento AMARTE como te Amo, lamento…- pero no me dejo terminar, me dio el beso más hermoso y perfecto que nunca antes nadie me había dado… era delicioso,  ¡detente Alec! Estas llevando esto demasiado lejos, pero que va ya era tarde, la deseaba, la quería proteger, cuidar, la quería amar… estaba perdido ya me había enamorado de esta hermosa niña y al parecer ella también, era todo lo que yo quería en este mundo y así tenga que enfrentarme a mi única hermana y a toda la guardia vulturi para protegerla y defenderla pues lo aria sin dudarlo. Ahora todo mi mundo era ella y no pienso abandonarla.

- Bree… yo- le decía mientras separábamos nuestros labios para intentar conversar.

- Yo no sé que fue lo que hice Alec, lo lamento no debí dejarme llevar soy una estupida ahora que pensaras de mi soy una tonta esto nunca debió pasar…- Pero la silencie con otro beso jajaja mi pequeña bobita aun no entendía cuanto la amaba y que yo también deseaba con locura ese beso.

- Shuu no digas nada amor, te amo y no eres ninguna tonta… bueno si eres tontita por creer que eres una tonta pero sabes algo… eres mi tontita hermosa.

- O Alec mira como eres yo no soy de esas que se andan besando con el primero que pasa y a lo mejor tu piensas que yo.- y le volví a dar otro beso para que se callara jaja.- uhmm supongo que si me vas a silenciar así tendré que seguir hablando más.- me dijo tímidamente jaja amaba su forma de ser.

- Supongo pues a mi también me encanta silenciarte así jajaja, pero ya shuu princesa escúchame, te amo y no pienso mal de ti, eres todo lo que mi alma perdida buscaba, mi vida iba sin luz sin sol, amor pareciste en mi vida y me curaste las heridas, eres mi luna eres mi sol, apareciste con tu luz y alumbraste mi vida… Bree te amo, te amo como nunca creí amar a nadie, ai maldita sea odio estar en esta situación, no soy nada bueno declarándome pero es la verdad, amor ahora tu eres mi todo  y te quiero para siempre, por favor no te pido que me lo digas ahora, pero… ¿aceptarías ser mi amor para toda la eternidad?

- ¿Qué? Este Alec yo…

- Amor shuuu, no te pido que me respondas ahora, aunque bueno no te voy a negar que me encantaría que me digas que tu también sientes lo mismo, pero que va a lo mejor soy un tonto, un estupido, yo se que no soy tan bueno para ti, tu te mereces algo mejor…- pero esta vez la que me silencio con un beso fue ella.

- Alec Vulturi ¿puedes callarte?- me dijo separándose de mí.- pues si eres un tonto, pero por no dejarme hablar… Alec no tengo que pensar nada, te amo y si quiero ser tu amor por toda la eternidad.

Mi Bree había aceptado ser mi amor por toda la eternidad, peor me había hecho jurar que no se lo diríamos a nadie por lo menos no por ahora, y claro que lo acepte no le podía negar nada a mi niña. Los días pasaron y en la casa era como siempre, no nos hablábamos, no nos mirábamos, ni siquiera nos saludábamos, afortunadamente Demetri estaba más que entretenido tratando de conquistar a Tanya o claro como él decía “llevársela a la cama para divertirse” claro que eso ni él se la creía, el muy tarado ya se había enamorado de ella y se odiaba a si mismo por ello.  Pero yo era la persona menos indicada para  burlarme de él, que va si yo estaba más que enamorado de mi Bree, o “mi Bree” suena tan bien llamarla asó. Pero cuando estábamos fue de esas cuatro paredes, éramos otros, simplemente éramos libres para mostrar nuestro amor aunque últimamente sentía que mi niña estaba diferente… como distante y eso me preocupaba.

- ¿Pequeña te pasa algo?- le pregunte un poco preocupado- últimamente estas como rara…- (mira quien habla Alec, él mas mentiroso y traicionero de los hombres, como quieres que Bree te cuente todo lo que le pasa si tú eres un maldito mentiroso, si la quisieras de verdad le dirías todo lo de Jane y su “misión” pero claro eres un cobarde. Un maldito cobarde que piensa que si se entera te dejara y te odiara, maldita sea Alec dile de una vez, si la amas cuéntale todo de una maldita vez y acaba todo esta farsa.) Me repetía una y otra vez mi conciencia, pues ya casi había pasado un mes desde que Bree y yo nos habíamos hecho novios pero no me había atrevido a decirle nada sobre el primer motivo por el cual me había acercado a ella, pero eso se terminaría de una vez, era ahora o nunca, tenia que decirle la verdad de una vez.

- Bree tengo algo que decirte…

- espera, antes de que continúes creo que ya es tiempo de que te cuente sobre mi vida, sobre mi vida antes de ser esto.- estaba triste, algo en sus ojos me decía que una parte de ella no me quería contar pero otra decía que era necesario.

- Mira Bree si no quieres no me cuentes no me gusta verte triste.

- Es que tienes que saberlo y aunque no sea tan linda tiene un casi final feliz- me dijo sonriendo.

- pero es que no me gusta verte triste. Pero si crees que es necesario yo te escucho.

- Mi historia comenzó hace ya 17 años, tenia una familia normal, papá, mamá y bueno todos éramos felices, pero no todo siempre tiene que ser así, a veces la vida es muy cruel con aquellas personitas que muchas veces no tienen la culpa, como fue con mi hermanita Mery.

- ¿tienes una hermana? ¿Pero por que dices que la vida fue injusta?

- Alec! ¡No me interrumpas!

- tienes razón lo lamento.

- Ok continúo… Pues si, tengo una hermanita, cuando tenia 7 años mamá salio embarazada, mi papá estaba más que feliz y bueno yo también, siempre quise tener una hermanita. Pero la cosas se complicaron, papá perdió su empleo, mamá estaba mal y bueno yo no entendía que pasaba solo los escuchaba discutir todo el día, muchas veces sentía miedo Alec, creía que en cualquier momento se podrían hasta matar, mamá empeoro y en la casa no había dinero ni para comer, mi padre se la pasaba todo el día en la calle buscando empleo y yo estaba en mi casa con mi mamá tratando de ayudarla en lo que podía, cuando dio a luz su situación empeoro, estaba tan mal y no había ni siquiera dinero para llamar a un doctor así que solo la ayudo a dar a luz una señora que era amiga de mi madre, pero no era doctora así que no podio hacer nada para que su salud se mejore. Cuando mi hermanita nació mi papá estaba destrozado, mi mamá estaba agonizando y antes de que muriera me llamo a su lado, Alec yo solo era una niña, tenia apenas 7 años pero igual cumplí con la promesa que me pidió, me dijo que cuidara siempre de mi hermanita, y así lo ise. Mi papá ya ni pasaba tiempo en la casa, todo el día emborrachándose y cuando estaba era peor, mi hermanita y yo no nos parecíamos en nada bueno quizás era porque yo era idéntica a mi abuelita paterna y bueno Mery era el vivo retrato de mi madre, cuando llegaba a la casa nos gritaba todo el día especialmente a mi pequeña, me decía que ella no era mi hermana y que no tenia porque ocuparme de sus cosas, no sabes como llegue a odiar a mi padre Alec, él antes era mi súper héroe, pero ahora era el maldito que odiaba a mi hermanita y a mi, pero lo que más detestaba era que dijera que por la culpa de Mery mi mamá murió, era injusto claro que mi niñita no tenia la culpa de nada… como te imaginaras mi vida era un asco, pero Mery me daba las fuerzas para salir adelante, recuerdo cuando salíamos a trabajar, nos vestíamos de payasitas o simplemente pedíamos algo por las calles, pero la vida era dura Alec, yo estaba creciendo así que me fui yendo por el mal camino y empecé a consumir drogas, por más que Mery lloraba y me pidiera que lo dejara yo no podía, estaba mal Alec, y por tal motivo me quitaron a mi hermanita, se llevaron a un orfanato pues dijeron que ahí estaría mejor que conmigo o con mi padre ebrio y yo simplemente no pude hacer nada, les pedí, les roge que me llevaran con ellos pero no me lo permitieron, y me llevaron a otro orfanato lejos de mi hermana, me llegue a escapar y un día vagando por las calles de Seattle conocí a un joven que me ofreció darme de comer, estaba tan desesperada que no pensé dos veces y bueno lo acepte, luego recuerdo el dolor… y ahora soy esto. Y bueno supongo que lo demás ya lo conoces perfectamente. Pero no estoy tan triste Alec, mi final feliz eres tú. 

- Bree, tu vida a sido muy dura. Bueno en verdad la mía también lo fue, si no hubiera sido por Aro mi hermana y yo simplemente estaríamos muertos.

- ¿es por ello que le eres tan fiel?

- Ellos son algo así como mi familia, no los podría denominar así pues ellos son mis amos, pero son lo más cercano a ello que tengo.

- Eso no es cierto Alec, ahora yo también soy parte de tu familia y tú de la mía.

- Gracias pequeña.

- ¿Por qué gracias?

- Por ser como eres, por tenerme esa confianza.

- Amor se que hemos tenido problemas al principio pero se que me amas y que tu amor es sincero y es lo único que importa.

- Bree tengo que decirte algo…
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IMAGENES DEL CAPITULO:

BREE Y ALEC





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