martes, 28 de diciembre de 2010

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE BREE (CAPITULO 7)

CONOSIENDO UNA VERDAD Y UN AMOR FRATERNAL

Ya habían pasado casi como 60 minutos y ninguno se atrevía a hablar… hasta que Jasper decidió romper el silencio.

- Yo solo quiero que sepas que si te estoy contado esta historia es para que veas que yo no te odio, porque se que eso crees.

- No… no te preocupes yo sé que no te caigo bien y no creo…- pero no me dejo terminar.

- Ese es el problema Bree, no me caes mal me caes bien… cuando te veo es como si viera a uno más de mis hermanos y ese es el problema, es que tu y yo somos muy parecidos.- waoo alto, eso no me lo esperaba, bueno eso de que me viera como una hermana quizás si… pero sobre que nos parecíamos… bueno algo había en él que me decía que así era, ¿pero que él también pensara lo mismo?

- ¿Parecidos? ¿En que sentido, Jasper?

- Creo que ya es tiempo que te cuente mi historia, Bree; yo no toda la vida viví como lo que soy ahora, yo fui como tú… Vivía en Houston, Texas, cuando era mortal. Tenía casi diecisiete años cuando me uní al ejército confederado en 1861, pues ese siempre había sido mi gran sueño y pues si que lo estaba alcanzando. Aun Recuerdo perfectamente esa noche; me encontré con tres mujeres a pie a kilómetro y medio de la ciudad. Di por hecho que se trataba de rezagadas y eché pie a tierra para ofrecerles mi ayuda, pero me quedé petrificado cuando contemplé sus rostros a la tenue luz de la luna. Sin lugar a dudas, eran las tres damas más hermosas que había visto en mi vida.
Recuerdo lo mucho que me maravilló la extrema palidez de su piel, ya que incluso la muchacha de pelo negro y de facciones marcadamente mexicanas tenía un rostro de porcelana bajo la luz lunar. El vello de la nuca se me puso como escarpias a pesar de que no comprendía ni una sola de las palabras de aquellas hermosas criaturas. El instinto me decía que me hallaba en grave peligro y que el ángel no bromeaba al hablar de matar, pero se impuso el discernimiento al instinto, ya que me habían enseñado a no temer a las mujeres, sino a protegerlas; se me acerco y me dijo: “—Espero que sobrevivas, de veras, Jasper. Tengo un buen presentimiento en lo que a ti se refiere.”

Cuando Jasper me empezó a contar su historia, no me paresia que fuéramos tan parecidos, ya que él si recordaba como fue trasformado, en cambio yo no y además… todos hemos sido transformados de la misma manera.

- Sé lo que piensas Bree… “Todos hemos sido creados así”, pero a diferencia de los demás a nosotros nos vieron como objetos, como armas de una guerra.

- Tú…

- Si Bree, yo no desde siempre viví con los Cullen… ¿quieres que te diga, por que nos parecemos? ¿Cómo nuestros creadores, simplemente nos vieron como armas para su lucha?

- Sí… por favor continúa.

- Se llamaban María, Nettie y Lucy y no llevaban juntas mucho tiempo. María había reunido a las otras dos, las tres eran supervivientes de una derrota reciente. María deseaba vengarse y recuperar sus territorios mientras que las otras dos estaban ansiosas de aumentar lo que podríamos llamar sus «apriscos». Estaban reuniendo una tropa, pero lo hacían con más cuidado del habitual. Fue idea de María. Ella quería una fuerza de combate superior, por lo que buscaba hombres específicos, con potencial, y luego nos prestaba más atención y entrenamiento del que antes se le hubiera ocurrido a nadie. Nos adiestró en el combate y nos enseñó a pasar desapercibidos para los humanos. Nos recompensaba cuando lo hacíamos bien… María descubrió mi habilidad para controlar las emociones de quienes me rodean me otorgó la responsabilidad de entrenar a los nuevos vampiros (neófitos) y matar a los que no fueran aptos. Me mantuve junto a María por casi un siglo ya que pensaba que nuestra relación era algo más, pero luego me di cuenta que no era así, ya que ella solo me veía como un arma, como su mejor arma; así que con Peter decidimos escapar de María. Durante un tiempo, estuve con Peter y Charlotte, pero me di cuenta que estaba deprimido con tanto sacrificio humano y decidí vagar en soledad.
Recuerdo que en 1948 conocí a Alice en una cafetería. Ella me  confesó que me estaba esperando y también sobre que en sus premoniciones me había visto buscándola y también sobre nuestra actual familia. Ahora… ¿entiendes por que creo que somos muy parecidos?

- Pues… creo que sí, pero lo que no entiendo es porque hasta ahora no te caigo bien.

- No es que no me caigas bien… es solo que yo no soy como los demás; no soy tan cariñoso y juguetón como Emmet, tan comprensivo como Carlisle o Edward… yo te veo a ti Bree como una hermana pero… quiero que sepas que aunque yo no sea tan efusivo como ellos, yo siempre estaré ahí para cualquier cosa, yo quiero que tú me veas como un hermano y como un amigo… bueno, solo si quieres.

- Si Jazz! Ahora que sé porque eras así conmigo me doy cuenta que Alice tenia razón.

- ¿Alice? ¿Y que te dijo ella?

- Pues que eras genial solo que te tenía que conocer mejor.

- jajaja ¿enserio? Claro, como siempre Alice…

Luego de nuestra conversación, decidimos regresar después de que la feliz pareja y todos los invitados partieran.
- ¿Y que tal estuvo todo Alice?- le pregunte a mi hermana que tenia una sonrisa muy animada.

- Perfecto, más que perfecto. Bella quedara más que sorprendida cuando llegue a su luna de miel.

- Pues claro, y quien no con la ropa que le mandaste.- le dijo un divertido Emmet.

- Bueno se enojara un poco conmigo pero ya veras que cuando regrese me lo agradecerá.

Después de un tiempo todo paso normal, hasta que una llamada lo altero todo. La verdad es que yo no entendía nada de lo que pasaba, pero si sabia que algo no andaba bien.

- Edward y Bella regresan mañana.- dijo Carlisle bastante… ¿preocupado? Nunca lo había visto así y eso significaba que definitivamente algo no andaba bien.

Todos en la casa guardaban silencio, Alice solo trataba de ver el futuro, cosa que la irritaba demasiado ya que no podía ver nada, y Jasper trataba consolarla. Carlisle me llamo un momento a su despacho ya que quería conversar conmigo.
Luego que entramos el me miro y me dijo:
- Bree… hija.

- ¿Si Carlisle?

- Bueno como sabrás, Bella y Edward regresan pasado mañana de su viaje.

-Si, eso ya lo sabía.

- Pues… el problema es que Bella sigue siendo humana y ha ocurrido un pequeño percance en ese viaje.

- Carlisle, sabes que pueden contar conmigo para lo que sea… ahora, ustedes son mi familia.- quería que Carisle y los demás supieran que yo me preocupaba por ellos.

- Si Bree, eso todos lo sabemos. Pero por tu seguridad, no te puedes quedar acá, por lo menos hasta que Bella se mejore.- ¿Bella? ¿Algo le había pasado a bella o a Edward? ¿Pero que?

- ¿Le paso algo a Bella?-le pregunte bastante preocupada, porque a pesar de que todavía no la conocía muy bien, ella era la mujer que Edward amaba y que toda la familia veía como una miembro más.

- No estamos muy seguros de lo que exactamente tiene, pero por tu seguridad lo mejor es que te vallas con nuestros primos, por lo menos hasta que todo esto se calme.

- Si es lo que tú cree que es lo más conveniente, no te puedo refutar.

- Gracias por entender Bree, no te preocupes ya hablamos con nuestra familia Denali aya en Alaska. Estoy seguro que te gustara mucho pasar un tiempo por allá, aunque… te echaremos mucho menos hija.

- Y yo a ustedes… papá.

Cuando le dije eso, Carlisle se acerco a mí y me abrazo, estoy segura que si pudiéramos llorar en este instante los dos lo estaríamos haciendo, pero eso no era posible así que luego de terminar ese abrazo tan lleno de amor paternal hacia mi, me fui a mi habitación a alistar mi maleta para el viaje.

Cuando baje todos estaban reunidos en la sala. Alice estaba muy frustrada por no poder ver nada, Emmett como siempre actuaba indiferente a todo lo que ocurría, Esme estaba triste y preocupada, Carlisle estaba igual que Esme, pero Rosalie… ella estaba distante, preocupada pero a la vez… ¿ilusionada? O ¿feliz? Si, esos eran los sentimientos que ella transmitía.

- Carlisle no es necesario que Bree se valla.- dijo Alice bastante melancólica, definitivamente la extrañaría mucho.

- Créeme Alice, yo tampoco quiero pero tu sabes que el lo mejor tanto para Bree como para Bella.

- Es verdad Alice… si ese no fue el caso yo jamas permitiría que Bree se fuera de nosotros, aunque se que solo será por un tiempo, solo hasta que las cosas mejoren por acá…- Pobre Esme, se notaba que estaba muy triste, y verla así… me destrozaba completamente, ella era como mi madre, en verdad ella era mi madre y no me gustaba verla así.

- Yo opino lo mismo que Carlisle, no te preocupes Alice.- le dije con el mayor entusiasmo que pude.- voy a regresar, jajaja no creas que te desharás muy fácil de mi, además yo soy tu modelo estrella.

Cuando termine de decir esto, Alice no hizo otra cosa que reírse.

- Te extrañare mucho hermanita modelo.- me dijo Ali.

- Y yo a ti, loca desenfrenada de la moda jajaja.

- Esa soy obviamente yo jajaja.- me dijo Alice con un ademán de reina.

- Ya basta de tantas despedidas, además Bree va a regresar pronto ¿No es cierto enana?- dijo Emmet, que durante todo el día se había mantenido callado.

- Por supuesto Emmi fortachón jajaja.- le dije con el tonito con el que él siempre me llamaba enana, admito que su apodo no me gustaba mucho pero bueno que se iba a hacer, es decir era Emmet jaja.

- Esa es mi hermanita.- me cargo y me empezó a dar vueltas por toda la sala.

- Basta Emmi ya me tengo que ir.- me bajo y me puso al frente de él.

- Te extrañare mucho ¿sabes no?- me dijo un poco más serio.- ¿Y tu también me extrañaras no?

- Claro Emmi, tu eres mi hermanito preferido jajaja.- le susurre en el oído pero muy tonto grito y dijo.

- Si eso esta claro, viste Jasper jaja te dije que Bree me quería más a mi que a ti.

-  Ya cállate Emmet, eso no es cierto.
- Hermanita, no le puedes decir a tu hermano preferido mentiroso ¿ok?

- Ya ya ya, Bree ya se tiene que ir; el vuelo no tarda en partir.- dijo Jasper.

- Vamos Jazz, no digas que tu no extrañaras a Bree.

- Claro que la voy a extrañar, es mi hermana y lo sabe.

Si eso sabia, Jasper si me apreciaba y ahora que lo entendía, lo veía como un ejemplo a seguir, como aquel hermano mayor que algún día esperas ser como él, y no solo por el hecho de haber podido olvidar aquel pasado lleno de odio sino también por haber encontrado a alguien que llenara su vida con el verdadero amor.

- Ya muchachos ya es tarde y el vuelo ya esta por partir.- dijo Carlisle.

- Adiós hermanita, no te olvides de cambiar tu guardarropas cada fin de semana, recuerda que te estaré observando ¿ok?

- Claro Alice.- le dije lo más seria que pude, aunque no pude soportar más y me eche a reír.

- No te rías Bree, si no lo haces sabes que soy capaz de tomar el primer vuelo a Alaska y voy a regañarte.

- Si Alice, prometo cambiar mi guardarropas cada fin de semanas.

- Si, y me encargare de decirle a Kate que te ayude en eso.

- Ya muchachos nos tenemos que ir.- dijo Esme aun bastante triste.

- Esperen.- dijo Rosalie- No se pueden ir sin que me despida de mi Bree.- Se acerco a mi y me dio un abrazo.- Yo también te echare de menos Bree.

- Y yo a ti Rose.

Luego de despedirnos por no se cuantas veces con Alice, Carlisle, Esme y yo partimos al aeropuerto. Estábamos esperando a que se anunciara el vuelo cuando Esme me miro y me dijo:
- Hija, mi Bree… no sabes cuanto te voy a extrañar.

- Lo sé Esme, tu eres mi madre y te quiero, pero recuerda no soy una niña ya que tengo 16 ¿lo recuerdas?- le dije lo más divertida posible para poder sacarle una sonrisa.

- Si pequeña, lo sé… pero aun eres muy inocente.

- Mamá, no te preocupes por mí. Yo sé que a ti no te gusta mucho la idea de que yo viaje a Alaska pero sé que es lo mejor para la familia, pero sobre todo para Bella, ya que ella también es mi hermana.

- Te extrañare tanto hija.

- Y yo a ti mamá.- nos abrazamos y en ese momento anunciaron mi vuelo.

(Pasajeros con destino a Alaska, por favor sírvanse a pasar por la puerta 5)

- Ese es tu vuelo Bree.- me dijo Carlisle.

- Sí, lo sé.- le respondí un poco triste.- ¿Ustedes creen que les caiga bien a mis primas?

- O hija, estoy más que segura de eso.- me dijo Carlisle tratando de animarme

- Eso espero, los echare mucho de menos.- les dije, tomando mis cosas ya lista para partir.

- Y nosotros a ti hija.- me dijeron los dos al mismo tiempo.

Mi vuelo era en primera clase y en un espacio bastante reservado, esa era uno de los pedidos que Carlisle había especificado claramente, ya que dijo que no quería que nadie me molestara; aunque ese no era precisamente el porque de la privacidad.

Cuando el avión partió, sentí que algo me esperaba en Alaska. Era una sensación que jamás había sentido, una emoción por algo que todavía desconocía. Quizás este viaje no sea tan malo después de todo.

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